Los que ya nacimos hace unos cuantos años, nos habíamos acostumbrado a ver como con el paso del tiempo, la vida en general y las condiciones laborales en particular iban mejorando. Era algo tan común que llegamos a pensar que era lo natural, y posiblemente lo sea pero en los últimos años algunos se han empeñado en invertir ese devenir y hacernos creer que debemos vivir peor, trabajar más, cobrar menos, tener menos derechos y ser más sumisos y agradecidos.
Como en una distopía hecha realidad nos aumentaron la jornada, redujeron los permisos, las ayudas sociales, médicas o al estudio, retrasan las jubilaciones o nos congelan las retribuciones, son sólo una parte de las mermas que hemos sufrido, si además eres empleado público te cuelgan el sambenito de vago e incompetente y encima nos quieren hacer creer que somos unos privilegiados.
Todo este proceso ha sido poco a poco. Ante la mínima crisis o problema lo hemos pagado siempre los mismos, es decir los trabajadores. A la vez se han encargado de ir laminando el prestigio de los sindicatos, de los asalariados, y especialmente de los empleados públicos, intentando debilitar la capacidad de respuesta, y así seguimos. Esto no se ha detenido.
Tristemente tenemos que luchar ya no por mejorar nuestras condiciones laborales, sino por intentar que no las deterioren más o intentar recuperar algo de lo perdido.
Llegará un momento que a pesar de tener unas tasas tan altas de paro resultará complicado encontrar empleados en algunos puestos, como ya empieza a suceder también en nuestro ayuntamiento.
Yo no me creo que tengamos que vivir peor que hace 10 ó 20 años. Que no me vengan con cuentos de que tengo que trabajar más, cobrar menos y tener menos derechos para que todo funcione mejor, porque yo siento lo contrario. Que me lo expliquen por favor....
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